domingo, 18 de agosto de 2013

LAS IMPALAS YA RUEDAN POR JAPON


 
 Después se tres horas de control aduanero para aceptar que circulemos con las Impalas por Japón, nos ponemos en marcha. Es algo especial arrancar las motos y comenzar a circular por la izquierda, intentando encontrar el camino correcto entre un montón de señales que no entiendes nada y que te dan a entender inequívocamente que estas en Japón. Diablos!!! Estamos en el país del sol naciente y vamos a disfrutarlo!!!

Al principio mucho cuidado y concentración para no irte a la derecha, pero enseguida te das cuenta que es muy fácil, porque el resto de los conductores te lo ponen fácil. Es cierto que los japoneses son muy educados y al volante es la primera impresión que te dan, parece casi imposible tener un accidente aquí.

No llevamos mapa, ni gps, ni nada, sólo sabemos que vamos a Osaka y Nagoya. Tenemos que comprar un mapa pero lo vamos retrasando porque las señales indicadoras están también en románico y se entiende perfectamente, ya que consta el número de la carretera y la población importante mas cercana. No problem y si preguntas enseguida te contestan amablemente y dedicando el tiempo que haga falta. Creo que ya nos esta gustando esto de Japón.

Y a medida que nos adentramos en el país cada vez nos gusta más. El paisaje es precioso, montañas con tupidos bosques de flora muy diferente a la continental y extraordinariamente bien cuidado, parece que lo mantenga un jardinero. Y algo que da que pensar, no hay bosques quemados, ni talados a diestro y siniestro, naturaleza pura. Vamos por autopista que es muy buena, con túneles y puentes continuamente y suaves desniveles a pesar de lo abrupto del terreno. Evidentemente es de pago y como la velocidad máxima es de 80 km/h y la gente lo respeta bastante, pues con la Impala se va de narices.

Ya esta anocheciendo y paramos a dormir en un pueblo 80 km antes de Osaka. Por la mañana limpiamos las motos en una gasolinera con lanza a presión, jabón y esponja y gratis!! porque aquí todos los vehículos están impecables, en todas las gasolineras hay toallas húmedas para repasar la pequeña mancha y nos daba vergüenza ir con las motos guarras. Por cierto, en las gasolineras hay personal que te llena el depósito, no es self service y en los peajes hay personal que te atiende, no todo son máquinas, a pesar de estar en el país más tecnificado del mundo.

Osaka, con sus trenes elevados y su enorme extensión de edificios y fábricas la pasamos mas que bien, con muy pocos atascos y decidimos salir en Kyoto para conocer un poco la ciudad. Bueno pues no vale gran cosa, esta muy congestionado el tráfico y volvemos a la autopista.

NAGOYA. La city del impalero Nobi. Salimos de la autopista y enseguida encontramos un pequeño restaurante, Komedas Café y nos paramos a comer. Tenemos que contactar con Nobi, pero nos hemos quedado sin Internet y por aquí esto del wifi no se estila, se paga por todo (eso si, cash, tarjetas de crédito no accept, tal vez por eso no sea demasiado caro…), pero esta la amabilidad y enseguida una camarera se ofrece para ayudarnos, enviando un mail a Nobi que llama al restaurante y en 40 minutos aparece. Gran momento sin duda, estamos con el propietario de una Impala en Japón y vamos a pasar con él los próximos dos días.

Nos vamos a la tienda de Zandy, un tipo medio japonés, medio italiano, muy divertido, ingeniero de profesión que se dedica a diseñar, importar y vender trikers y pequeños todo terreno, casi de juguete, pero que te permiten hacer diabluras.

Dejamos las Impalas en el escaparate de JAPTEC, www.scooter.co.jp y nos vamos a cenar a un restaurante típico japonés, invita Zandy.

Al día siguiente jornada completa con Nobi de guía en su ciudad. Tres Impalas petardeando por Nagoya. Pagodas, el castillo de los Samurai, Smash Head, el bar de su amigo, mercados y mercadillos, comida en un pequeño restaurante de esos que sólo conoce la gente del lugar, etc. Que gran tipo Nobi! Todo un lujo.

Mañana iremos a un taller a cambiar las cadenas y los neumáticos, que ya nos daba miedo circular en estas condiciones y Nobi nos ha conseguido el recambio.

Y pasado mañana subiremos al monte Fuji.





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